Cuando entra en juego el tema "confianza" con la implicación que tiene en golf, hay una barrera psicológica difícil de franquear y que va a condicionar nuestras decisiones sobre material. Las campañas de marketing se preocupan continuamente de insuflar confianza en nuestro cerebro sobre lo que promocionan y ni el más escéptico se libra de la tentación y suele mirar que poniendo un eurillo más tiene otro producto teoricamente mejor (en su cabeza).
Para mi lo ideal sería poder probar y una vez seguro que me funciona, quedarme con él hasta que desfallezca, eso sí, mirando los eurillos.