cvigo escribió:Mail enviado
[cell class=spoiler]Buenos días.
Me dirijo a ustedes para denunciar la triste situación que se encuentra uno cuando va a jugar al CNG, debido a la falta de cumplimiento de las normas de etiqueta.
Desde hace unas semanas, tras el parón invernal, me encuentro arreglando unos 50 piques de bola en los greenes del CNG. Hay algunos que parecen que hayan sido bombardeados (hoyos 3 y 9 por ejemplo). Dan pena. Es sólo una de las normas que no se cumple, pero quizá la más importante ya que daña las instalaciones a corto y medio plazo.
Unas instalaciones como las del CNG, con el esfuerzo personal que habrán supuesto para los promotores y económico para los federados con nuestras cuotas, deberían ser estandarte del espíritu de este juego. Por desgracia parecen estar transformándose en una muestra más del macarrismo que tan de moda parece estar. Del todo vale.
Aunque no se puede descargar de culpa a los jugadores que no cumplen las normas, no es menos cierto que por parte de la RFEG no parece haber demasiado interés en que esto no suceda. Como ejemplo, la situación que me comentaba ayer un amigo:
“Hace un par de meses metieron un par de greenkeepers nuevas, dos chavalas muy jovencitas, jugadoras ambas. Estuve hablando un rato con una de ellas un sábado y estaba desesperada de las broncas que estaba teniendo con los clientes. Me conto que había prohibido media hora antes salir al campo con náuticos, y que casi se la comen. Que a una señora le dijo que no podía salir con camiseta, y no le hizo ni caso”.
Aunque ya es un paso, porque hacía meses que no veía un Marshall por el campo, está claro que no es suficiente. Si la señora en cuestión hubiese recibido una carta de la RFEG comunicando la suspensión de su licencia por 3 meses, quizá su actitud fuese diferente la próxima vez. Si se hubiesen aparecido 2 vigilantes de seguridad invitándola a abandonar las instalaciones, quizás tampoco. Si los Marshall fueran suficientes, vigilaran el cumplimiento de las normas y tuviesen medios para hacer valer su autoridad, quizás no hubiese escrito nunca este correo.
Quizá si se pusiese un poco más de énfasis en enseñar las reglas y exigir su conocimiento para conceder un hándicap, no haría falta mucho de lo anterior.
Si otro particular, les saluda atentamente
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Dos meses después, tras enviar un "recordatorio" hace unos días, me han contestado:
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Estimado Carlos,
Gracias por su e-mail. Sabemos de la problemática que existe a la hora de hacer cumplir las reglas de etiqueta, tanto en el arreglo de piques, en la vestimenta, y en otros aspectos.
Simplemente comentarle que tenemos en mente una serie de iniciativas en ese sentido, y que esperamos que dentro de poco pueda ver y valorar las mejoras.
Gracias de nuevo por su interés y sus comentarios.
Un cordial saludo.
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