El Pleno de Almonte aprobó ayer la adquisición por parte del Ayuntamiento del campo de Golf Dunas de Doñana de Matalascañas, cuyo propietario es la empresa Exclusiva Doñana. La propuesta salió adelante en una convulsa sesión plenaria donde la holgada mayoría absoluta de la que disfrutan los socialistas les permitió sacar adelante una compra que no ha estado exenta de polémica.
La operación se cifra en 7,5 millones de euros, de los cuales 4 millones se harán efectivos mediante una permuta de 14 parcelas en la calla Santa Olalla de la aldea de El Rocío. Desde el gobierno municipal se defienden las bondades de la compra, y se alega que no podían dejar que las instalaciones murieran en manos del abandono, algo de lo que puedo dar fe ya que hablo a menudo con socios y recientemente he disfrutado de un partido con profesionales del club. El campo está ahora mismo en buen estado, pero la gente está haciendo malabarismos para mantenerlo.
Desde el Ayuntamiento de Almonte se achaca a "la mala o nula gestión que se ha hecho" de las instalaciones como las razones que lastraron la rentabilidad empresarial, y se muestran confiados en revertir esta tónica. El campo ha acogido importantes competiciones de nacionales de profesionales, ha sido vendido como uno de los campos ecológicos de nuestro país y sin ser Valderrama es un campo difícil pero muy agradable de jugar. Es más, tiene hoyos geniales, como el 5 cuyo green es una auténtica isla. Las calles están rodeadas de sabinas centenarias y el entorno es genial.
Lo que nos queda ahora esperar es que tenga una auténtica gestión de campo público y que facilite el disfrute del golf para el conjunto de la población. A mí me queda a un par de horas, ya que está en el otro extremo de la provincia, pero espero que la experiencia tenga todo el éxito posible.