campo de Roky & Zoki y con Roky de cicerone.
La visita mereció holgadamente la pena.
Tremenda la chica que hace de caddie-master:
escote, todo, pero no se entera ni controla nada.
El campo, cuidadito y recoleto. Algunas calles las
encontré pelín requemadas pero Roky me explicó
que se están recuperando de una inundación y
de su posterior dieta de riego.
Los árboles, bonitos, crecidos y para mi gusto lo
que mas encanto le da al campo. Y entran y mucho
en juego, que es lo hodido y divertido.
Los bunkers, trabajados por los empleados (muy
removidos) pero la calidad de la arena, así asá.
En cualquier caso, muuucho mejores que los de GLM.
Los greenes, correctos y especialmente interesantes
los de los hoyos 5 y 9 (sobre todo el 5).
Los hoyos que mas me gustaron: el 3, el 5 y el 6.
Y el 9 tampoco estaba nada mal.
Pequeños defectos: demasiado ruidoso (te acosan
todos los medios de transporte: aviones, coches,
helicópteros, trenes...) y demasiado planito.
Y no tienen StrokeSaver (a mí eso me dijeron).

Mi feria particular: una nefasta primera vuelta
con +10 (3 pares y liada tremenda en el 5 con
los árboles de la izda: triple bogey) y bastante
mejor en la segunda, con seis pares, un birdie
(hoyo 6), un doble (el 9, out a la dcha con la 1ª
bola y par con la 2ª) y una bola inexplicablemente
perdida entre el green y el muro izda del hoyo 3.
Y lo mejor de lo mejor: la magnífica compañía
(jugué con Roky, saludé a Zocato) y muy poquita
gente en el campo.
Lo peor: me queda muuuy lejos y -como no- me
perdí y me volveré a perder la próxima vez.
Pero, como dijo el General MacArthur: volveré.