Está claro que lo primero que hay que hacer, para ser un poco justo, es agradecer a los de la banda de verde y a Tigretón el montaje y organización del Open. La mala noticia, para ellos, es que se verán obligados a repetirlo.
En lo que respecta a mi, solo hay una palabra que describe a la perfección el resultado obtenido.
Fracaso.
Tengo suficiente experiencia deportiva en otras especialidades como para saber distinguir entre victoria, éxito y fracaso.
Compartí partido con Luismi y Pedro FB. Y les debo una disculpa. (Atentos wolly y resto de sabios en reglas) Les debo la disculpa por que en medio de la crisis que provocó que solo consiguiera 40 puntos, tuve momentos de malos modos. Muy malos. Es mas, creo recordar que después de fallar estrepitosamente un h9 fácil hacia el green, lo pateé mandándolo bastante lejos… Es que llevaba ya 2 hoyos seguidos fallando en las salidas (bolas al agua o claramente perdidas) y se me escapaba el objetivo de los 45 puntos, como al final pasó… Perdón a los dos. Y gracias por no comunicarlo al comité de árbitros, por que me hubieran mandado a casita…
Salí por el 10, directo al Bunker, desde donde me recuperé bastante bien. Pero tripateé, haciendo un 6.
En el 11, de nuevo fui al bunker, y de nuevo recuperé bien, y acabé con otro 6 pero con “sólo” 2 putts.
Hoyo 12, y otro 6 con 2 putts.
Llegado a este punto empecé a darme cuenta de que la cosa estaría dura. Esos 3 hoyos yo los había jugado bastante mejor en otras ocasiones, y aunque suponían 6 puntos en total, por lo “abultado” de mi Hcp no valían para cumplir mi objetivo.
Aún así, después de jugar de una forma bastante poco vistosa para el público, acabé mis 9 primeros con 22 puntos. Y eso me hacía pensar que estaba razonablemente cerca de conseguir 44 o 45 que era lo que yo me había marcado como “éxito”. La victoria, que significa quedar el primero en la clasificación, nunca había estado en mi mente, y el fracaso, que era cualquier cosa por debajo de 44 ó 45, fue lo que al final sucedió.
Es cierto que me gusta empezar por el 10, por que así juegas los 9 difíciles primero, cuando estás mas fresco y te dejas los fáciles para cuando el swing empieza a flaquear… y hasta ese momento, después de hacer 2 bogeys del campo en los 9 primeros, que son un “porrón” de puntos para mi, y mejorar bastante la media de putts me veía bastante bien. De una forma increíble lo que tenía marcado como objetivo para la primera vuelta, que eran 20 puntos, se había cumplido. Es más, me sobraban 2 puntitos...
Y al llegar al tee 1, comenzó el drama. Nunca había hecho mas de 5 en ese hoyo y varias veces lo había salvado con un 4. Por que es difícil hacerle más de un 5 a un par 4 recto como una vela, sin ningún obstáculo de agua, ni nada de nada. Pues yo, fui capaz de hacerle un 7 el sábado.
Intenté, en vano, decirme a mi mismo, que un 7 es un punto para mi (que vergüenza, 1 punto haciendo 7…) y que lo mejor estaba por venir.
Al hoyo 2, que es un par 3 le hice el par… Y en vez de alegrarme, me dio por pensar que solo servía para compensar el error anterior, y que si hubiera jugado bien el hoyo anterior hubiera facilitado mucho las cosas para los 7 restantes…
Al hoyo 3 decidí, de nuevo, honrarle con un pedazo de 7 que empezó de verdad a minarme la moral. Ya no me notaba bien ni puesto a la bola, ni en la subida, ni bebiendo agua. Ya no me sentía bien.
El par 4 largo, que es el hoyo 4, lo salvé con un 4 bastante bueno… pero, hasta aquí llegué.
En el 5 tiré de salida 2 bolas al agua. Y comenzó el final. Lo jugué por el hecho de aprovecharlo para intentar “encontrarme” de nuevo. Por intentar descubrir donde se había escondido mi proyecto de swing y sobre todo, la seguridad de que podría sacar alguna bola recta en lo que quedaba de vuelta…
En los hoyos 6 y 7 la debacle fue total. Y fue en el 6 donde le pegué la patada al inocente h9 y donde me vacié una botella de agua en la cara y cabeza totalmente desesperado. Todo se iba al garete. Y no había excusas. Solo yo era el que manejaba los palos, y solo yo era el responsable de aquello. Maldito deporte de mierda. Con lo fácil que es decir que al coche le pasa esto, o lo otro y justificar un resultado mediocre…
En el 8, jugando como lo haría mi abuela, saqué un 6 y en el último, un par 5 no muy fácil, y casi como si fuera un burla a mi juego, conseguí hacer un 5 que nadie hubiera apostado jamás. Total, 40 puntos. Total, 40 puntos de mierda…
Estuve tan cerca… Tan cerca, que me sabe a fracaso.
Como siempre hago, intento aprender de todo lo que me sucede. Y creo que lo mas importante es que jamás he de permitir que mi cabeza se vuelva mas tonta de lo que es habitualmente y ponerme a dar algún grito, o patear algún pobre palo. Lo segundo es que debo saber por que tengo esos momentos tan malos que siempre ocurren entre los hoyos 12 y 17 (mas o menos) y que arruinan la vuelta. Algo me pasa que hace que me ocurra cada vez que juego 18 hoyos. Que ninguno piense que son nervios o algo así. Por que no lo es.
Fue de verdad un placer compartir partido con Pedro FB, que le pega unos arrejostios a la bola, dignos de verse, y encima mete putts largos, como si no costara, y con Luismi, que iba bastante bien, pero también se atragantó en un par de hoyos...
Lo de balcones, es de quitarse el sombrero. Ya hablé con él allí, para vernos en GP y ver que horarios tiene libres.
Espero que podamos repetir pronto.