El segundo día después de jugar dos campos estábamos en ataque caníbal del jambre que teníamos, andábamos por una de esas raras carreteras circulando a la izquierda cuando enderepente vemos una estación de servicio con un Spar (pronúnciese Aspar a partir de ahora made in Fuji) El asalto a la sección de chocolates fue descomunal, nunca se habían visto tantas calorías juntas en un monovolumen, excepto er niño SantBoi, que mesecoje un paquete de pan bimbo, salami, queso, york, y

dos tomates pa untar el pan. Imaginad la escena durante media hora en el coche comiendo mierdas unos y haciéndose sándwiches de tres pisos otro. Que dolor de panza de reír gritando, brutal, no veas como estaba el coche a la mañana siguiente, parecía un MacDonalds un domingo por la tarde.
El último día en Belfast se saldo con dos litros de cerveza por barba y con bastantes posibilidades de no encontrar ande habíamos aparcao la fregoneta. Que manera de beber cerveza.
Tips, en todas las casas club esta prohibido el uso de teléfonos móviles, vayamos tomando nota señores. En todos los campos hay aparcamientos reservados, el mejor sitio es el del profesional del club, que da la bienvenida en los libros de yardas, el siguiente mejor es para el capitán del club, después, el Past Capitán, y solo después el presidente, algunos más y las mujeres de todos estos también tienen aparcamiento reservado.
En este nuestro bendito país si esto se hiciese, las plazas serían para los seis o siete primeros trepas y lameculos del club. Para los irlandeses el golf es otra cosa.