He tenido la suerte de jugar el campo varias veces y, como ya he comentado en algunos post por ahí, creo que se va a convertir en uno de los campos de referencia en la parte este del Algarve. En la actualidad todavía se puede jugar a un precio asequible, pero este resort tiene pinta de que en un futuro va a ser de los de hacer daño a la cartera. Yo, por si acaso, lo estoy jugando cuando se presenta la oportunidad. Es peculiar por sus seis pares 5, seis pares 4 y seis pares 3. Todavía está poco hecho, algunas calles tienen problemas serios porque las arrastró un temporal, pero en líneas generales se puede disfrutar mucho jugando en él.
Hoyo 1.
El paisajismo desde el tee es impresionante: se divisa gran parte del valle, se contemplan varios hoyos y es un augurio de que nos espera un buen día de golf. El primer golpe no presenta demasiados problemas, sólo hay que evitar el bunker de fondo y el quedar a una buena distancia para colocar el segundo bien largo, pues ya en ese sí entran en juego los muchos obstáculos de agua.
El tiro a green es complicado si no estamos relativamente cerca, ya que –como se puede apreciar- pese a lo generoso de su tamaño está muy protegido por agua. Desde la parte de atrás aparenta caída, pero entre los bunkers y la densidad de la hierba, pocas bolas llegan al sitio deseado.

Hoyo 2.
Un par tres cortito y facilón dentro de lo que ofrece el campo. Ojo con el agua de la derecha y la trampa de arena de la izquierda. Como el tee está en alto, todo se ve con claridad.

Hoyo 3.
Tee en alto. Ojo los pegadores que el agua está a la caída del driver. En el segundo golpe, afina bien, si ves que no llegas no fuerces y déjate un buen segundo golpe. El rough tiene mezcla de grama y cuesta horrores dar un golpe decente.

Hoyo 4.
La salida, por encima de uno de los lagos, es fundamental. La calle está cruzada, así que es necesario calcular bien los riesgos. Si el primero ha sido bueno, de segundo golpe se puede llegar a green, pero también hay que evaluar si merece la pena correr el riesgo que supone. La calle es muy estrecha, y el green está muy bien defendido. Un golpe errático no tiene perdón. Aún así es un hoyo apropiado para recuperar golpes.

Hoyo 5.
Otro par 3. Coqueto y apropiado para un hierro corto, pero muy exigente ya que el green está en una península. El golpe desde el tee debe sobrevolar el agua y en la mayoría de los casos no vemos si la bola se ha quedado o ha rodado por una de las múltiples caídas.

Hoyo 6.
Un par cuatro que exige precisión a raudales. Por la derecha, un bunker de aproximadamente doscientos metros de largo. Por la izquierda, agua. El green está elevado, por lo que hay que calcular un poco más de distancia. Desde el green se observa la orilla española y el puente internacional que une Ayamonte con Castro Marín. Es uno de los lugares más fotogénicos del campo. Si haces un buen resultado saldrás sonriente en la foto, si no... hay otros sitios donde retratarse.

Hoyo 7.
En la descripción oficial del campo dice que sólo los más audaces buscarán el birdie. Es el handicap 1 y quizá el hoyo que más desdice del campo. Quizá no había espacio para más, pero no está a la altura del gran diseño de Quinta do Vale. Por la derecha, el bunker de 200 metros que en el hoyo 6 también quedaba a la derecha, y por la izquierda un agua que no se ve pero que está ahí. La calle hay momentos en los que tiene la anchura de una carretera de pueblo, y en la parte final camina “entre dos aguas” quizá porque Paco de Lucía tiene raíces familiares en la localidad de Castro Marim. Este tramo final, y la ubicación del green, arreglan algo el hoyo, pero no lo suficiente.

Hoyo 8
Requiere una buena salida, si se quiere arriesgar hay que tener cuidado con el fuera de límites de la izquierda, pues normalmente no compensa. El centro de la calle, en dirección al bunker frontal deja un tiro cómodo a green.

Hoyo 9.
Otro par 3 en el que desde el tee en alto se observan todas las dificultades del hoyo. Es muy bonito, aunque este tipo de hoyos se están repitiendo tanto en los diseños actuales que empieza a costar trabajo recordar todos sus detalles.

Hoyo 10.
Par 5 muy parecido al 1, pero considerablemente más largo que para eso hemos tenido nueve hoyos en los que ir calentando.

Hoyo 11.
Un por cuatro largo en el que las ondulaciones en el tramo final hacen que llegar a green parezca más fácil de lo que es en realidad. Calcula bien el palo en el golpe de aproximación. En este green hay que ver bien las caídas.

Hoyo 12.
Par 3 en el que hay que coger green. Si no, se complica, porque si te quedas corto el green está muy arriba. Si te vas a la derecha, bunker, muy a la derecha, un cauce como de un arroyo ; muy a la derecha y largo, un lago... A la izquierda, zona más noble, pero con el green abajo y normalmente un stance jodidillo. Vamos, que lo mejor es coger green. ¡Quien pudiera!

Hoyo 13.
Par 5 largo, con dog-leg a la derecha y bunkers a los que hay que estar atento. Si lo juegas bien, es de los hoyos que recordarás de este campo. Desde la parte del fondo del green se puede contemplar una panorámica fantástica del campo. (Ojo con no recrearte si viene alguna partida detrás).

Hoyo 14.
Otro par 3. En este lo que más me llama la atención es que la salida de barras negras está casi en otro país (jugué aquí un pro-am y en este hoyo dejamos solo al pro, porque era una caminata). Para los que jugamos de amarillas es un hoyo normalito.

Hoyo 15.
Par cuatro con un barranco a la derecha y fuera de límites también a la izquierda, lo que obliga a jugar con mucha cabeza. Todo el hoyo cuesta arriba y el green más arriba todavía.

Hoyo 16.
Par 3, cien metros a centro de green. Agua de tee a green, pero con esta distancia tan exacta no debe suponer ningún problema... (cuando ya se ha pasado).

Hoyo 17.
Par 5 que lo anuncian como propicio para birdie (yo ya he visto aquí hacer un eagle) si se tira acortando por el codo. Hay que tener cuidado con no quedarse corto en el intento, pues difícilmente aparecerá la bola.

Hoyo 18.
Espectacular estadio pensado para un final de competición con mucho público. Hoyo cuesta abajo, con laderas en las que colocarse los espectadores y un green protegido por un lago frontal y situado justo debajo de la casa club. Otro par 5 en el que se puede hacer resultado a base de correr riesgos.

Espero y deseo que muy pronto pueda estar Seve por aquí para que sepa que, a los que disfrutamos del fruto de su trabajo como diseñador, nos encanta lo que hizo en este valle ribereño del Guadiana.