por trastolillo » Dom Ago 15, 2010 9:38 pm
Te estoy hablando de que puede darse el caso de que tu marcador y tú estéis convencidos honradamente de que la bola esté ahí en ese TER y que si alguien ajeno a tu partida no opina igual y lo pone en conocimiento del Comité de Prueba, pudiera ser que este Comité os llamase para aclarar la situación. Pudiera ser que todo estuviera correcto y santas pascuas, pero pudiera ser también que juzgara que no era correcto el llegar a esa certeza (por la circunstancia que fuera) y que debieras haber jugado de tal o cual forma.
Con esto te quiero decir que para algunos el tener la certeza o práctica seguridad es una conclusión muy fácil de sacar y digamos que con cierta manga ancha a la hora de actuar en consecuencia.
Te pongo un ejemplo: Una bola sobrevuela un árbol y cae detrás de éste. Cuando van allí y no ven su bola dicen " si no estña a la vista es que ha caído en ese OAL que está detrás". En este caso si el OAL tiene unas dimensiones tales que no dejan lugar a dudas (digamos 50 m de ancho y 60 m de largo), sí es razonable pensar que que la bola de noverse en las inmediacioines cayó en dicho obstáculo, pero si el OAL (obstáculo de agua lateral) tiene 5 m x 8 m de medidas, el aventurar que tu bola está allí si no se ve es poco razonable, ya qu simplemente puede estar empotrada en una zona de hierba alta o similar.
Te he puesto una situación exagerada para que entiendas mejor lo que te quiero decir.
Sinn ir más lejos te contaré que presencié un caso ejemplarizante:
Un juagdor se fue de salida con si driver muy a la derecha con un buen slice y pretendía que su bola estaba en la calle del hoyo adyacente, que no podía ser de otra forma según la trayectoria que tomó la bola.
El árbitro le preguntó "¿Tú o alguno de los de tu partida habéis visto cómo la bola cayó en dicha zona?
Respuesta: "NO, pero seguro que está allí"
El árbitro le dijo que naranjas de la china, que si no encontraba la bola en el tiempo que permiten las Reglas, que era bola perdida y que tenía que jugar otr bola desde el mismo tee de salida.
El jugador renegaba y perjuraba por su honor que la bola tenía que habérsela llevado alguien, el que segaba o uno que hubiera pasado por allí, y el árbitro que nó, que bola perdida.
El caso se resolvió cuando otro compañero de partida encontró su bola entre los árboles y la maleza.
Realmente el tener la seguridad o la práctica certeza es algo que hay que sopesar con criterio y honradez, no basta que tu marcador y tú estéis de acuerdo, al ser una cuestión de hecho hay que valorar la situación del TER, de los alrededores, trayectoria de la bola, etc y por supuesto no ajustarlo a la conveniencia de cada uno.